La predicción futura de los precios
La teoría de mercado eficiente sostiene que los movimientos de los precios de los valores en los mercados financieros son totalmente impredecibles y por tanto, es imposible predecir hacia dónde se moverán los precios en el futuro, mediante cualquier tipo de análisis.
Sin embargo, toda la industria que tiene que ver con el dinero está construida bajo la hipótesis contraria, ya sean grandes bancos de inversión, grandes firmas de análisis o medios de información.
Se utiliza la credibilidad del gran público y se vende a éste que existe una serie de gente que sabe más que el resto, basándose en la autoridad que unos señores muy serios y muy listos pueden proyectar y por ello tiene sentido pagarles sus sueldos.
En nuestro entorno diario hay muchos ejemplos que apuestan por esta teoría contraria de la hipótesis del mercado eficiente. Medios de comunicación, programas de radio, televisión y demás que predicen el comportamiento futuro de los mercados financieros, con el consecuente peligro que puede suponer para los ahorradores tomar decisiones en base a estos medios. Y claro está, hay que seguir consumiendo constantemente estos productos.
Por otra parte, los actores de la industria del dinero, como los grandes bancos o entidades financieras, dedican una gran cantidad de recursos en sus departamentos de análisis. Analistas técnicos, fundamentales o cuantitativos, desarrollan complejos modelos con los que justificar las perspectivas de futuro sobre activos financieros, y en consecuencia, poder justificar su sueldo.
Existen dos formas de credibilidad para corroborar esta situación: autoridad y modelos complejos. Si unos señores con amplia formación, con elevados salarios y que trabajan en bancos tan importantes (y que llevan corbata) dicen que la acción ABCSA vale 30€ debería ser verdad según los clientes ahorradores. Si los modelos utilizados son más o menos complejos satisfacen la justificación de decisiones racionales.
Los mercados son efectivamente irracionales y caóticos, pero se necesita alguna razón, aunque no sea válida, para justificar el intento de predicción futura de los precios. Los modelos utilizados para calcular el precio futuro de un activo financiero son seductoramente apetecibles, suelen ser lógicos, elegantes y convincentes, a pesar de que no sirvan para nada. Si además lo argumentan estos señores lo único que se puede hacer es creerles, según el ahorrador.
En las sucursales bancarias se comercializan todo tipo de productos financieros ideados por la entidad. El cliente final, absolutamente alejado de estas controversias, apenas si puede percibir que le están vendiendo algo en base a una credibilidad y confianza basada en la autoridad de las personas que están detrás del vendedor, y no en base a argumentos sólidos.
Resumiendo, toda la industria del dinero está montada justamente en base a la hipótesis contraria, la de que los rendimientos futuros de los activos financieros sí son predecibles en cierto grado.
Los precios bursátiles tal y como lo describe la teoría del paseo aleatorio, no pueden seguir ningún tipo de patrón o, dicho de otra forma, los movimientos de los precios son independientes unos de otros. Con el fin de encontrar una teoría que explique un comportamiento de este tipo, diversos investigadores desarrollaron el concepto de los mercados eficientes. Básicamente, la idea detrás de los mercados eficientes es que el precio de mercado de los valores refleja toda la información disponible y, entonces, es muy difícil (por no decir imposible) superar el rendimiento del mercado de forma consistente en el tiempo.
El paseo perfectamente aleatorio no es real. Efectivamente, los precios se parecen mucho a un paseo aleatorio, pero no lo son exactamente. Si así fuera, sería absolutamente imposible ganar dinero.
La distribución de precios se asemeja a una distribución Normal o Gaussiana, pero con la particularidad de que la colas de esa campana son lo que se dice “pesadas”. Es decir, los precios se mueven más allá de lo que se podría esperar si fueran puro azar. Aparecen tendencias sostenidas, o hay cambios en el precio tan bruscos que no encajan en una distribución normal. Son pequeñas diferencias que, sin destruir completamente la idea de los mercados eficientes, sí que permiten en algunas ocasiones conseguir retornos más allá de lo que un mercado formado por puro azar nos permitiría. Ahora bien, convertir esas colas pesadas no es precisamente lo que se llama algo sencillo de conseguir.
Obviamente, dada la fuerte competencia entre los distintos inversores, en cuanto un nuevo dato se hace público, el precio de la acción se ajusta inmediatamente. Este ajuste no siempre es perfecto. Unas veces es demasiado grande y otras veces es demasiado corto, pero en media los errores se compensan y se corrigen. El nuevo precio se fijará después de que los inversores hayan podido evaluar adecuadamente los nuevos datos y las oscilaciones vayan ajustándose cada vez más hacia un precio determinado. Por este motivo observamos que en la publicación de noticias, a los pocos minutos el precio acaba girándose unas veces o continúa la tendencia original en otras.
Ideas extraidas del módulo «La Eficiencia de los Mercados» del curso AFE de la UPV. Como estos conceptos nos parecieron muy acertados y con los que convivimos diariamente, hemos considerado extraer aquellos conceptos que puedan trasnmitir mejor la idea de lo que ocurre en los mercados desde el punto de vista de la predicción futura.
- Herramientas de trading cuantitativo - abril 29, 2017
- Trading por sensaciones - enero 1, 2017
- 5 motivos por los que deshacer posiciones en renta variable - agosto 14, 2016