Tanto en el trading algorítmico como en el trading por patrones, las pruebas de rentabilidad de una estrategia se determinan analizando y comprobando dicha estrategia en su comportamiento con datos históricos de una serie pasada más o menos extensa. Bien es cierto que lo más lógico es pensar que si la estrategia se ha comportado bien en el pasado también lo hará en el futuro, pero ¿y si no es así? ¿y si los patrones que se produjeron en el pasado no se producen de forma similar en el futuro?
Tenemos que tener en cuenta que el mercado se comportará en el futuro de forma similar al pasado más un coeficiente de indeterminación, si este coeficiente es igual a 0, el futuro comportamiento del mercado será igual a su comportamiento pasado, pero si ese coeficiente es igual a -1, el mercado se comportará con unos patrones totalmente opuestos. Como ese componente no lo podemos calcular, los traders algorítmicos buscan un set de parámetros que aguanten un periodo lo más extenso posible, que estadísticamente proporcionará más posibilidades de éxito con técnicas de optimización.
Es por este motivo por el que se desajustan los sistemas automáticos. Los sistemas automáticos, operando cualquier activo, funcionan en base a algoritmos y reglas que han funcionado en el pasado e intentan aprovechar ese rendimiento pasado y proyectarlo en el futuro, esto es válido, como hemos comentado anteriormente, hasta que los patrones de mercado dejan de repetirse o de producirse como lo hacían en el pasado. Una clara prueba de que los patrones de mercado dejan de repetirse de igual manera es precisamente el desajuste de los sistemas.
Otra forma de afrontar o interpretar el mercado es el trading cuantitativo que se basa en situaciones de mercado y no de patrones. Estas situaciones de mercado son únicas en cada instante y se opera en base a ellas siguiendo unos criterios y reglas que dependen de la destreza, habilidad e interpretación del trader. En el trading neutral mediante descorrelaciones de activos y mediante hedges con distintas volatilidades, se intenta aprovechar de las ineficiencias momentáneas que se producen en el mercado operando con proporciones sintéticas. Es de esta forma que se intentan explotar los rendimientos de las operaciones en base a estas ineficiencias que no responden a patrones sino a situaciones distintas de mercado.
Por último, existe la operativa basada en análisis fundamental, teniendo en cuenta el sentimiento de mercado, es decir donde están posicionadas las «manos fuertes», qué hechos relevantes afectan a cada moneda, fortaleza, tipos de interés, situación económica.
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