Esta misma frase se podría formular de otra forma distinta: ¿sólo ganan dinero las personas inteligentes? o ¿los operadores que disponen de gran información son las que baten al mercado? Evidentemente la respuesta es un rotundo NO con matices.
El profesor Brett Steenbarger en su magnífico libro «Psicología del trading» hace referencia a un estudio en USA en el que las personas con mejores carreras profesionales y trayectorias brillantes no necesariamente trasladaban su éxito en su vida profesional al trading. La conclusión de este estudio refleja la dificultad de afrontar el mercado si no se está preparado y si no se controlan ciertas emociones que pueden provocar un efecto devastador en la cuenta de resultados. El principal problema que muestran estos operadores exitosos en sus carreras profesionales es el orgullo.
El trading es una disciplina que hay que afrontar, a parte de conocimiento de la operativa y esto es algo, como en cualquier disciplina, que no se consigue en poco tiempo sino que requiere muchas horas de trabajo y observación de los mercados, como decíamos hay que afrontarla con un estado mental diferente a la mayoría de actividades. Este estado mental se caracteriza por asumir que no siempre se tiene razón y muchas veces se está equivocado. Los mejores operadores también se equivocan de una forma u otra.
Otra característica que hay que eliminar es la esperanza o directamente ligado al asumir pérdidas. Cuando una operación evoluciona en nuestra contra hay que eliminar la emoción de la esperanza, y es necesario y obligatorio cerrarla en el momento que llega a niveles de pérdidas que marque nuestra gestión monetaria, y en cualquier caso cuando la pérdida supone un 2% del capital. La esperanza de que una posición que ha entrado en pérdidas continuadas se gire y evolucione a nuestro favor, es una de las consecuencias principales y más nocivas en la actividad del trading.
Por otro lado, el exceso de información puede provocar ver operaciones claras según nuestro sistema de trading y no ejecutarla por plantear dudas constantemente. En este momento el operador entra en una etapa de inseguridad enfrentándose a su disciplina, y aún teniendo información del mercado no es capaz de operar como lo ha hecho habitualmente por no sentirse 100% seguro. Esta necesidad de acertar el 100% de las operaciones plantea la pérdida de oportunidades en la operativa y la consecuente bajada de rentabilidad. Es preferible tomarse un descanso en la operativa o reducir sustancialmente el riesgo de la misma. En la mayoría de las ocasiones la disciplina del sistema de trading debe prevalecer sobre la confianza, porque en realidad no sabemos con certeza la evolución de la próxima operación.
Por lo tanto y en respuesta a la pregunta planteada en el primer párrafo, no es necesario tener excesivos conocimientos ni ser una reputada persona de éxito en otras disciplinas. Independientemente del sistema, hay que colocar estadísticamente la operativa a nuestro favor, y en gran medida de ello dependerá del dominio que hagamos de las emociones comentadas anteriormente. La llamada inteligencia emocional en el trading es una de las premisas que debiera tener cualquier operador que se enfrente al mercado, sin buscar desafíos ni revanchas al mercado.
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